La tarta pavlova es un postre originario de Oceanía, específicamente de Australia o Nueva Zelanda, aunque ambas países reclaman su invención. Esta tarta es un postre muy popular en ambos países y se consume todo el año, pero es especialmente común en eventos y celebraciones especiales.
La tarta pavlova fue creada en la década de 1920 en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, quien visitó tanto Australia como Nueva Zelanda en una gira mundial. Se dice que el postre fue creado por un chef australiano o neozelandés que quiso honrar la gracia y elegancia de la bailarina. Desde entonces, la tarta pavlova se ha convertido en un postre icónico en ambos países.
Para su elaboración se utilizan claras de huevo batidas y azúcar, que se hornean a baja temperatura para formar una base crujiente por fuera y suave por dentro. También se añade una pequeña cantidad de vinagre y maicena.
Se suele decorar la tarta pavlova con nata montada y frutas frescas, habitualmente fresas, aunque hay recetas que utilizan kiwi o mango.