El kaiserschmarrn es una receta típica de la cocina austriaca que se originó en los Alpes. También es muy consumida en la Baviera alemana. Se trata de una especie de crepe gruesa desmenuzada y mezclada con frutas y azúcar glas.
Para preparar el kaiserschmarrn se mezclan huevos, leche, harina, azúcar y una pizca de sal. Luego, se fríe en una sartén con mantequilla hasta que esté dorado. Finalmente, suele desmenuzarse y mezclarse con frutas frescas como ciruelas o manzanas y se espolvorea con azúcar glas.
A pesar de parecer un postre, se suele comer como plato principal en almuerzos y cenas, aunque de manera más ocasional, se puede encontrar como postre en algunos restaurantes. A menudo se sirve con nata montada o con una salsa de frutas, que le aporta un sabor dulce y una textura suave y ligeramente crujiente debido al proceso de elaboración.