La paila marina o mariscal caliente es un plato típico de la cocina chilena. Está compuesto por una mezcla de mariscos locales como almejas, mejillones, navajas, machas, picorocos, entre otros, así como pescado (congrio o salmón), vino blanco, caldo de pescado y especias.
Suele servirse muy caliente y según la tradición, ayuda a reponerse de la resaca además de tener efectos afrodisíacos. Es un plato indispensable para los turistas que visitan Chile, debido a sus características locales y a la extensa costa del país.
Tradicionalmente se sirve en una fuente o plato de greda, aunque actualmente también se vende elaborada y congelada para recalentarla en microondas.