El queso cheddar es un tipo de queso que se origina en la región de Cheddar, en el suroeste de Inglaterra. Se caracteriza por ser un queso duro, de sabor fuerte y consistente y un color muy intenso.
Para su elaboración se utiliza leche de vaca pasteurizada a la que se le añaden cultivos lácticos y cuajo. Tras este proceso, el queso se moldea y se cepilla varias veces antes de ser madurado durante varios meses.
El queso cheddar se suele consumir en rebanadas, rallado o en trozos, y se utiliza en una gran variedad de platos como ensaladas, pastas, sándwiches y pizzas. También se puede disfrutar solo, como aperitivo o como parte de una tabla de quesos.
El sabor del queso cheddar varía dependiendo de la madurez, pero en general es fuerte, nutrido y con un toque de nuez. A menudo se sirve con frutas secas, pan o crackers, y se combina bien con vinos tintos o cervezas.