El azafrán cultivado en Castilla La Macha se produce de una manera única y original, ya que se deseca mediante un tostado a fuego lento. Este proceso, hace que la presencia del producto final sea mucho más atractiva y que posea un alto contenido en safranal y en poder colorante.
Gustativamente, el azafrán de La Mancha es una variedad nada astringente y con mucho aroma.